La reducción de la huella de carbono es una preocupación creciente para empresas de todos los tamaños, pero las pequeñas empresas pueden desempeñar un papel especialmente importante al adoptar prácticas sostenibles. A través de enfoques accesibles y personalizados, estas organizaciones tienen la capacidad de disminuir su impacto ambiental sin perder competitividad ni rentabilidad. Este artículo explora cómo las pequeñas empresas pueden implementar estrategias concretas para ser más ecológicas, garantizar el cumplimiento normativo, fortalecer su reputación y, al mismo tiempo, contribuir al bienestar global.